A contracorriente de las posturas maniqueas generadas por la República Bolivariana de Venezuela, fenómeno de que tampoco se eximen las esferas académicas e intelectuales, este estudio contempla la reelaboración de una historia oficial en respaldo de un proceso político atípico en sus prolegómenos y de un líder heroicizado e idealizado. Ubicándose en la larga duración de las prácticas políticas nacionales y en la perspectiva de la historia de las representaciones políticas, culturales y sociales, evidencia la manera como, en el caso venezolano, y tratándose tanto de un pasado lejano como del tiempo presente, las referencias al pasado y especialmente el recurso al culto bolivariano llegan a confortar un poder presidencial en el que convergen personalismo político sui generis y ejercicio deseable de la democracia junto a reiteradas formas de realismo mágico.
El texto es una crítica a las teorías contemporáneas que proclaman la incomparabilidad de los «proyectos civilizatorios» en el Tercer Mundo, puesto que existiría una diversidad tan amplia y tan profunda de culturas, que sería imposible encontrar un «metacriterio» histórico, desde el cual recién se podrían juzgar los aspectos positivos y negativos de las mismas. En realidad esto significa pasar por alto los aspectos autoritarios de muchos regímenes socio‒culturales. Se analizan ejemplos del espacio islámico y de la región andina de Sudamérica.
Aunque contamos con muy pocos estudios sobre los movimientos y proyectos monárquicos en México, la historiografía ha dejado de lado la interpretación simplista según la cual se trató de intentos espurios de las fuerzas más oscuras de la política mexicana de regresar a México al extinto orden colonial, asociado a los intereses económicos y geopolíticos de algunas potencias europeas. Cada vez resulta más claro, por el contrario, que el monarquismo mexicano fue una respuesta al reto de la construcción de un orden político estable y eficaz, y que el país afrontaba al inicio de su vida independiente. Ciertamente, esa respuesta terminó por ser fallida, pero ello no desautoriza la pretensión de estudiar la génesis histórica del monarquismo, sus fuentes intelectuales y el peso específico que tuvo en la construcción del Estado y la nación mexicanos. En este ensayo me propongo entonces rastrear los orígenes políticos y culturales de monarquismo mexicano, en el periodo que va del inicio de la guerra de independencia a los primeros años de vida independiente. Me interesa destacar dos factores que incidieron en esos orígenes: los riesgos de fractura política interna y los problemas del reconocimiento internacional del naciente Estado mexicano.
Este trabajo explora la invención de la fiesta escolar en Costa Rica como una tradición para conmemorar el día de la independencia entre 1899 y 1932. Para hacerlo, en la primera parte del artículo se analiza el proceso de construcción de la fiesta escolar entre 1899 y la celebración del centenario de la independencia nacional (1921), prestando atención al papel que jugó dicha fiesta en la consolidación de la fiesta independentista y de una infancia patriota empeñada en celebrar con devoción el nacimiento de la patria. En la segunda parte, el estudio analiza con detenimiento el nuevo rito que se impulsó en la década de 1920 alrededor de la fiesta escolar (la procesión de la salud) y la atención que se le brindó al canto del Himno Nacional como elemento central en la concreción de la comunidad política nacional.
La música y la poesía popular desempeñaron un papel importante en las guerras de la independencia y en la formación de la nación ecuatoriana. En el campo de batalla fueron elementos para dar estabilidad, pues mediante la memoria transportaban a los soldados a sus tierras y a su vida cotidiana. Por otra parte, tanto la música como la poesía popular fueron símbolos desestabilizantes en la medida en que las letras subversivas de las canciones apuntaban al cuestionamiento de la base de las estructuras hegemónicas. Después de ganarse la independencia, en cambio, las élites intelectuales se valieron de ambas manifestaciones para dar coherencia a la memoria histórica y fomentar los valores en los que se asentó la nación. Así, las melodías que sonaban en los salones aristocráticos y que se compusieron para celebrar la victoria de los ejércitos impulsaron la estabilidad y la homogenización. Estas canciones patrióticas, convertidas al poco tiempo en himnos nacionales y regionales, contribuyeron a promover los ideales del ciudadano ejemplar y se proyectaron hacia el futuro para dar forma a la identidad nacional.
Este artículo se propone explorar las imágenes y evocaciones en torno a la revolución que circularon en el discurso público y privado rioplatense, en el período comprendido entre los años 1810 y 1816, y la reformulación exhibida a partir de mediados de la década de 1830, cuando en la memoria colectiva ―al menos de un grupo que a partir de 1850 se identificará con la construcción del estado‒nación― se comienza a enhebrar un relato político del pasado reciente. En este sentido se definen dos líneas de reflexión: en primer lugar, indagar el contexto intelectual y político que habilitó, en el marco del proceso revolucionario, el desplazamiento desde una retórica de la regeneración política asociada a los acontecimientos de mayo de 1810, hacia un discurso del orden que buscaba un punto de clausura para el proceso revolucionario; en segundo lugar, examinar el rol que comienza a jugar, dos décadas después, la memoria histórica en la construcción del mito fundacional de la revolución. El primer período da cuenta de una cierta saturación de la revolución como concepto a la vez que como experiencia política; y esto se ve con claridad cuando en la prensa local, por ejemplo, cuando señala que la opinión pública de Norteamérica y Europa cree que «los americanos a cualquier cosa que hacen le llaman revolución», o cuando plantea como autocrítica que no se podía «vivir en continua revolución». Incluso el acta de declaración de la independencia, de 1816, expresa una posición similar estableciendo «fin a la revolución, principio al orden». En el segundo período, en cambio, el relato sobre la revolución expresa una mirada crítica sobre el régimen político del momento ―el rosismo― al que se culpa por la interrupción de un proceso iniciado en mayo de 1810 y que debería ser retomado para adentrarse en el sendero del progreso.
Los debates en torno al Centenario de las independencias latinoamericanas fueron también una reflexión sobre la memoria de lo que se había intentado liberar en 1810 para poder hacer un balance de lo que se había logrado en 1910. En Chile, Luis Emilio Recabarren y Alejandro Venegas apuntaron a la experiencia de la nación, a los liderazgos y logros de esta como dispositivo de paso del Colonialismo a la Modernidad y como fórmula política de emancipación. En este artículo, abordo la afirmación de ambos autores de que se vivía el ocaso del ciclo histórico abierto por la coyuntura independentista a causa del agotamiento de los sueños de comunidad, felicidad y soberanía trazados por sus relatos de liberación. El énfasis puesto por Recabarren en el quiebre del relato nacional de emancipación y por Venegas en el colapso moral de sus liderazgos los llevaba a explorar, amparados en la memoria, las características de lo que concebían como el final de una historia.
Este trabajo analiza tres textos creativos de distintos géneros que recrean en el siglo xxi la imagen de Manuela Sáenz, la famosa amante del Libertador suramericano Simón Bolívar. Se arguye que en la ópera, la novela y la película examinadas se invita al lector/espectador a repensar el papel que jugó la heroína quiteña en la política grancolombiana de su época. Este trabajo discute cómo el esfuerzo por actualizar la imagen de Manuela Sáenz implica negociar la creación de una nueva imagen que surge de la mezcla de la idea fosilizada en el imaginario colectivo latinoamericano de la quiteña como una sacrificada amante, y una versión más contemporánea de Manuela como un agente político que tuvo una injerencia determinante en los asuntos de estado durante los años de la Gran Colombia.
Se analiza el aporte de la filosofía positivista a la ciencia nacional de fines del siglo xix en Chile, especialmente la contribución de sus principales exponentes: José Victorino Lastarria, los Hnos. Lagarrigue y Valentín Letelier entre otros; así como la posterior influencia de tales ideas en el marco sociocultural y político del período, en especial, en relación al manejo de las categorías de liberalismo, progreso y desarrollo científico y tecnológico. Finalmente, a partir de la fuerza de tales inquietudes, se extrapola cómo estas ideas están presentes en la filosofía de la época del Bicentenario de la Independencia de Chile.
Editor: Universidad de Sevilla
Dirección: C/ Camilo José Cela, s/n. 41018 Sevilla
Editor: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez – Universidad Autónoma de Chihuahua – Universidad de Guadalajara Los Angeles
Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal. Recurso creado por una red internacional que reune y difunde información bibliográfica sobre las publicaciones científicas seriadas producidas en la región. El "Directorio" recoge las publicaciones académicas y científicas que superan un nivel mínimo de calidad editorial, mientras que en el "Catálogo" ingresan aquellas que alcanzan un nivel óptimo en los criterios de evaluación. REDIAL colabora suministrando información sobre las revistas latinoamericanistas europeas.
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