En este documento se explora la persistencia de la segregación residencial socioeconómica en Argentina. El tema es analizado en el contexto de la recuperación económica que experimentó este país luego de la crisis de 2001. Mediante la confección de cohortes ficticias se procedió a evaluar si quienes se encontraban expuestos a mayores niveles de segregación mejoraron su situación, en términos relativos, durante estos años. Los resultados obtenidos sugieren que, aún cuando se redujo su intensidad, el patrón de segregación residencial socioeconómica no se modificó de manera sustantiva. Ello obliga a avanzar hacia la discusión de una agenda de políticas públicas que tome en cuenta explícitamente estos aspectos del bienestar de la población.