El tango-canción tiene un origen contestario, más allá que después de ser parido, a veces se paralice en el retrato de la injusticia social, sin plantear la posibilidad de transformación que late en lo humano. Dino Armas, dramaturgo uruguayo, parte de la concepción tanguera y rápidamente se aleja a través del humor, validando ese mundo que sordo y mudo yira y yira . Tomó los mismos tópicos, los revitalizó y los pasó por el colador de un humor inquietante, corrosivo, que le permitió criticar los valores convencionales. Desde una postura burlona frente a la vida, el dramaturgo pretende subvertir la realidad.