La migración y la lengua están conectadas por diversos factores que están en relación con procesos lingüísticos internos y externos. En efecto, en el análisis de la relación existente entre la lengua y la migración siempre se ha de considerar los factores históricos y sociales. Esta dinámica influye sobre las costumbres lingüísticas de los migrantes internos en Perú que tienen el quechua como lengua materna y cuyos focos de vida han sido trasladados del espacio andino rural al espacio urbano. La emigración hacia la ciudad va acompañada de una fuerte pérdida del idioma quechua que no puede ser del todo explicada por factores lingüísticos internos (por ejemplo, las dificultades de comunicación entre los diferentes dialectos). Un análisis más detallado señala la importancia del espacio para aclarar estos procesos. Se trata por un lado de espacios geolingüísticos: Las lenguas se asocian frecuentemente a espacios geográficos específicos. En el caso de Perú, se trata de la estrecha relación que existe entre la lengua (quechua) y la región (los Andes) y que es claramente percibida por las personas afectadas. Otros factores espaciales relacionados al uso de la lengua son los espacios sociocomunicativos que dependen de cuán estrechas sean las relaciones sociales que se establezcan con los interlocutores y a qué distancia social se encuentren, es decir, en qué espacio sociocomunicativo se mueven las personas.